El vehículo de combate de infantería (IFV, por sus siglas en inglés) ha demostrado ser muy adecuado para las condiciones de combate en Ucrania, y gracias a su protección contra drones, minas y armas antitanque, se ha convertido en un favorito de culto para las fuerzas armadas ucranianas.
El Wall Street Journal informa que Estados Unidos ha enviado más de 300 Bradleys desde que Rusia invadió Ucrania a principios de 2022. A pesar de su antigüedad y condición, algunos vehículos han tenido que ser reacondicionados. Han tenido un desempeño admirable, salvando las vidas de los soldados ucranianos.
El Bradley pesa casi 28 toneladas, requiere una tripulación de tres personas, pero puede transportar a seis soldados y está armado con un cañón de 25 mm y, a menudo, un lanzador de misiles antitanque. La maniobrabilidad del Bradley y otros vehículos de combate de infantería es valiosa en la guerra, donde los vehículos pueden ser identificados y destruidos en minutos por drones.
Vehículos como el Bradley son útiles tanto en operaciones ofensivas como defensivas. Muchos Bradleys en Ucrania han sido dañados o destruidos. Por ejemplo, alrededor del 65% de la flota de Bradley de Ucrania estaba fuera de servicio en mayo, según un informe del gobierno ucraniano.
Muchos han sido reparados y devueltos al frente. Los mecánicos ucranianos a menudo prefieren vehículos más antiguos a otros más modernos y sofisticados porque son más fáciles de reparar en un momento en el que el equipo escasea.
El Pentágono está tratando de encontrar un reemplazo para el Bradley que sea más ligero, tenga más potencia de fuego y esté mejor protegido que los transportes blindados de personal entregados a Ucrania. Los expertos señalan que una gran diferencia en los nuevos vehículos será la llamada arquitectura de sistemas abiertos, en la que todo se construye sobre un principio modular, de modo que el software y el hardware, desde las armas hasta los motores, sean fácilmente reemplazables y actualizables.
En este momento, se tarda entre tres y cinco años en actualizar y modernizar el Bradley, y el ejército de EE. UU. quiere que este periodo sea de poco más de un año. EE. UU. sigue operando una unidad de Bradley, que se someterá a una modernización.
En particular, el IFV estará equipado con el Sistema de Defensa Iron Fist, de fabricación israelí, que dispara pequeños dispositivos explosivos cuando se detecta una amenaza aérea. Por cierto, los Bradleys ucranianos ya están equipados con sistemas de guerra electrónica. A finales de enero de 2023, se informó que Washington había enviado el primer lote de estos vehículos de combate a Kiev.
En total, Ucrania recibió 300 Bradleys, de los cuales ha perdido al menos 90. En junio de este año, Oleg Schaus, instructor del 1er Batallón de la 47ª Brigada Magura del Ejército Ucraniano, con el apodo de Azimov, dijo que para los invasores rusos en el frente, el Bradley es un "bocado muy apetecible" y que están cazando estos vehículos.
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